Marca: Royal Canin
Pienso específico para Bulldog Inglés adulto.
Ayuda a reducir el olor de heces y flatulencias promoviendo una buena digestión gracias a las proteínas altamente digestibles (L.I.P.), al contenido de fibras fermentables y no fermentables ideal, y al arroz como única fuente de almidón.
Pensado en perros de piel sensible, refuerza la función “barrera” de la piel y mantiene la belleza del pelo del Bulldog.
Este pienso tiene en cuenta la mandíbula braquicéfala del bulldog inglés, facilita la prensión y estimula la masticación del alimento gracias a una croqueta especialmente adaptada.
Arroz, carne de ave deshidratada, extracto de proteínas vegetales*, grasas animales, proteína de cerdo deshidratada*, proteínas animales hidrolizadas, pulpa de remolacha, fibras vegetales, minerales, aceite de soja, aceite de pescado, huevo deshidratado, fructo-oligosacáridos, polifosfato de sodio, L-tirosina, citrato potásico, taurina, L-lisina, extracto de rosa de la India (fuente de luteína), hidrolizado de crustáceo (fuente de glucosamina), extractos de té verde y uva (fuente de polifenoles), hidrolizado de cartílago (fuente de condroitina).
El bulldog inglés es un perro afectivo y tranquilo por naturaleza, características que le convierten en un excelente compañero para los niños. Se trata de un perro muy equilibrado y digno de confianza, su valor y su fuerza pueden ocultar ciertas debilidades. Algunas características específicas exigen una respuesta nutricional precisa.
El bulldog es tranquilo por naturaleza, gasta poca energía y puede pasarse los días dormitando sin ningún problema, pero esto puede suponer un riesgo de sobrepeso. Se debe evitar un aporte excesivo de calorías con el fin de mantener el peso dentro de sus límites saludables. El consumo de grasas, que proporcionan el doble de calorías que los carbohidratos o las proteínas, debe limitarse. Debido a su particular morfología, las articulaciones del bulldog tienden a desgastarse, sobre todo si el peso corporal es excesivo. Por lo tanto es fundamental la protección articular en esta raza.
Las razas braquicéfalas poseen unas características anatómicas particulares, que pueden provocar dificultades para tomar aire al respirar, así como problemas digestivos asociados. El alimento de este perro debe facilitar su digestión y limitar la fermentación, que es la responsable de los ruidos abdominales durante el tránsito digestivo y de las flatulencias. Es necesario mantener un ecosistema equilibrado en el colon, para obtener unas heces compactas con menor olor.
El bulldog es el perfecto ejemplo de raza braquicéfala, con cara plana y hocico corto. La morfología de su cara conlleva una distribución específica de los dientes en la mandíbula superior. Como consecuencia este perro debe utilizar la lengua o los dientes laterales para coger el alimento. Debido a la implantación específica de sus dientes, debemos realizar todos los esfuerzos posibles para evitar la formación de sarro y para prevenir las enfermedades periodontales.
La piel suelta y con pliegues del bulldog inglés hace que sea más sensible a los problemas dermatológicos que perros de otras razas, muchos de ellos parecen ser propensos a la atopia. En los perros atópicos la barrera cutánea no consigue cumplir correctamente con su función protectora, facilitando la entrada de los alérgenos.
La atopia es la segunda enfermedad cutánea más común entre los perros, después de la hipersensibilidad a la picadura de pulga.
El alimento para el bulldog debe ayudar a reforzar la función protectora de la piel ante los ataques externos. Las características específicas del bulldog exigen una respuesta nutricional que se adapte perfectamente a sus necesidades.
Por eso, Royal Canin ha creado un alimento exclusivo en el mercado, Bulldog 24, un alimento hecho a la medida del bulldog inglés. Este alimento ayuda a reducir los olores de las heces y las flatulencias propiciando una buena digestión gracias al aporte de proteínas L y P, 24% extremadamente digestibles. El contenido equilibrado de fibra fermentable y no fermentable ayuda a limitar las fermentaciones, además el uso de arroz, como única fuente de almidón, ayuda aún más a una mejor digestión y a una reducción del volumen fecal.